Puede que ya no
escriba más en este diario, que sea mi último día y por eso quiero dejar
constancia de lo que he hecho en mi vida.
El 28 de Julio de
1914 estalló la guerra y me he presentado como voluntario para luchar en el
frente alemán. Estoy muy emocionado y tengo muchas ganas de empezar a luchar y
de tener un arma entre mis manos.
En octubre de 1916
recibí un impacto de bala en la pierna, lo que me hizo estar alejado del frente
de batalla unos meses. Lo pasé muy mal. Mi única idea era volver al frente, volver a luchar, tener un arma en
mis manos, y defender Alemania. Muchos me decían que era un cobarde pero he
demostrado que no lo soy.
Tras duros esfuerzos
fui nombrado Cabo pero no pude subir más de rango porque consideraban que no
tenía dotes de mando suficientes, ¡Qué ilusos! Si me vieran ahora…
En aquella época me
criticaban mis propios compañeros por ser tan recto, en cuanto a ordenes se
refería y no eran capaces de entender el respeto que merecen las personas que
se encuentran por encima nuestro.
Uno de los peores
momentos de mi vida fue cuando me vi atrapado en un ataque de gas venenoso por
parte de los odiosos británicos cerca de
Ypres. Casi pierdo la vista para siempre, pero cuando por fin me recuperé y vi
la luz esta se apagó de pronto cuando me enteré de que ya había acabado la
guerra, que se había firmado un armistiquio y que la monarquía había sido
depuesta creándose la República de
Weimar.
Poco tiempo después
tuve que ver cómo se firmaba el Tratado
de Versalles que imponía a Alemania unas duras condiciones impuestas
por los países vencedores de la guerra entre ellas reparaciones de guerra muy
costosas. En este periodo hubo muchos intentos de insurrección tanto por
partidarios de izquierda como de derecha
que deseaban acabar con el Régimen, pues consideraban que el gobierno era un
traidor por haber firmado el armistiquio y haber aceptado las condiciones del Tratado de Versalles.
Por tanto esta época
fue el inicio de mi carrera política. Formamos un pequeño grupo con amigos que
mantenían mi misma ideología y creamos nuestro partido político, el
Nationalsozialistische deutsche arbeitepartei que llamábamos NSDEAP, y creamos
también una especie de ejercito que llamamos la sesión de asalto para usarlo contra nuestros adversarios. Unas
de las ideas principales que compartíamos era nuestro odio hacia los judíos y
la defensa de la raza aria, pues,
como es lógico es necesario preservar la pureza de la raza alemana y no dejar
que los judíos invadan y contaminen nuestro territorio. También, fijándonos en el
partido italiano de Musolini, el cual creó la República Social Italiana o
también conocida como República
de Saló, decidimos crear emblemas que nos definieran, como, por ejemplo
la esvástica.
En este momento
nuestro partido Nacionalista estaba en auge e intentamos un golpe de Estado
para acabar con la República, el llamado Putch
de Münich pero por desgracia fracasamos. Fui detenido y estuve seis
meses en prisión, aproveché y escribí una obra a la que llamé Mein Kampf donde expuse mi
pensamiento y mi programa político: el desprecio por la democracia
parlamentaria a los Bolcheviques y la necesidad de un único líder fuerte para
dirigir el pueblo alemán, garantizando la superioridad de nuestra raza y mi
objetivo era formar un gran Reich con todos los territorios germanos. Cuando
salí de la cárcel, era famoso y en mi partido me llamaron Führer.
A partir de 1924 la
situación económica del país mejoró y nosotros perdimos fuerzas pero en 1929
comenzó una difícil coyuntura económica por lo que el malestar social aumentó y
pudimos difundir de nuevo nuestro discurso radical y logramos presentarnos a las
elecciones, ganándolas, convirtiéndome en 1933 el nuevo canciller, de un
gobierno de coalición con las fuerzas conservadores. Tuve que jurar la
constitución, lo que me supuso un grave esfuerzo, ya que no quería que nadie se
diera cuenta de que mi intención no era mantener la república sino tomar yo
todas las decisiones. Pronto pedí al presidente Hindnburg el permiso
para disolver el Parlamento y convoqué nuevas elecciones, pero lógicamente
prohibí la prensa y las reuniones de los opositores y me encargué de que esto
se cumpliera con numerosos registros y persecuciones.
En estas fechas en
concreto se produjo las llamadas elecciones
de 1933 , donde se quería elegir a los miembros del VIII Reichtag, pero
mi partido y por supuesto yo también, intentamos boicotearlo.
Aunque nadie lo sabe,
provocamos un incendio en el Reichstag
y acusamos a los comunistas de ello, lo que nos sirvió de escusa perfecta para
suspender las libertades individuales, suprimir el control judicial sobre las
detenciones y restablecer la pena de muerte. A pesar de que organizamos todo
para ganar con mayoría absoluta estas nuevas elecciones no fue así y tuvimos
que buscar el apoyo en el centro católico para tener suficientes poderes y
logramos la facultad de promulgar leyes sin necesidad de trámites.
En 1934 murió por
fin Hindnburg y acumulé sus
funciones, de forma que ahora era el Führer y el canciller del Reich.
Poco después, para
mi sorpresa algunos de mi propio partido empezaron a discutir mis decisiones,
lo que me enfadó mucho, especialmente con Röhm, por lo que decidí eliminarlo,
en la que llamé la Noche de los
cuchillos largos; fueron eliminados más de trescientos dirigentes de la
Sesión de Asalto.
Mi principal
preocupación era asegurar un relanzamiento económico que permitiera a Alemania
convertirse de nuevo en una gran potencia mundial, pero sin eliminar el sistema
capitalista. Por otra parte para mantener la unidad ideológica del país, creé
el Ministerio de Cultura y Propaganda y me encargué de que en la cultura y el
pensamiento alemán primaran los ideales nacionalistas.
Yo tenía claro que
para conseguir la total cohesión ideológica y social de mi pueblo tenía que
asegurar la pureza de la raza aria
y para ello necesita proteger a mi pueblo de aquellos que podían contaminar
esta pureza como por ejemplo los discapacitados físicos, los disidentes y,
claro está, las minorías étnicas, como eran los judíos, los cuales eran los
causantes de todos los males de Alemania, y, afortunamente, me sentía apoyado
por Goring, Rudolf Hess, Himmler y también por el Partido Comunista Alemán lo que
provocó que tuviese más ansia de poder y
que me sintiese superior a cualquiera.
En 1933 decidí
boicotear los negocios de los judíos y finalmente en 1935 dicté las leyes de Nuremberg impidiendo
que los alemanes puros y los judíos se
pudieran casar. En 1938 aún no estaba contento con las medidas que había tomado
y obligué a que todos los judíos llevasen un distintivo. Mi objetivo era
eliminar a la población judía de mi Alemania y para ello ideé un plan que
consistía en seguirlos y asesinarlos y en la
noche de los cristales rotos llamado así por muchas personas y conseguí unos de mis objetivos.
Años después para
terminar de conseguir mis propósitos ante las razas minoritarias como los gitanos y judíos ideé otro
plan y la llamé la solución final,
que consistiría en el aniquilamiento de estos grupos. Para ello creé un campo
de exterminio llamado Treblinka.
Pero no solo tenía
que ocuparme de mi partido sino también de dar una buena imagen del partido
nazi hacia el mundo y para ello nada mejor que unos juegos olímpicos, y así se
celebraron las onceabas juegos olímpicos de verano y a las que se llamaron las olimpiadas de Berlín donde competían deportistas de cuarenta y
nueve países distintos. Con ello quería demostrarles a todos que mi partido era el ideal para
controlar el mundo. Pero sin embargo algo que me dio mucho coraje fue que un
atleta de raza negra ganase la prueba de atletismo cosa que no me gustó para
nada e incluso me negué a darle la medalla, cosa de lo que por supuesto no me
arrepiento.
No solo me
preocupaba Alemania sino que mi objetivo era construir un gran imperio al que
llamaría el Gran Reich Alemán y para ello desarrollé una política expansionista
y empecé a conquistar territorios. En
1938 mis tropas ocuparon Austria y la incorporé al Reich, llamándola Anschluss.
Proseguí mi guerra,
y traté de invadir Polonia, pero para ello realicé un acercamiento táctico a la
URSS para conseguir su neutralidad militar por si acaso se produjera un
conflicto occidental. Los soviéticos se preocuparon porque cada vez estaba más
cerca y su líder, Stalin
firmó conmigo el pacto germano-soviético de no agresión.
Japón,
con el emperador Hirohito al
mando, comenzó a crear una gran fuerza naval lo que me llevó a pensar que era
evidente que se estaba preparando para una futura expansión por el pacífico.
Luego empecé a preocuparme por la Europa septentrional porque tenía una gran
importancia militar y podría utilizarla como base aereonaval para actuar contra
Gran Bretaña y conseguir el hierro que Suiza tenía y finalmente conquisté Dinamarca y Noruega.
Ante esta situación Gran Bretaña comenzó a preocuparse y cambió su gobierno a uno más unido precedido
por Churchill. En esta época
estaba como primer ministro de Gran Bretaña Chamberlain, que tenía una postura muy interesante y trataba
de que los británicos cedieran ante mis peticiones para así tratar de
garantizar la paz mundial y evitar conflictos.
Mi segundo objetivo
fue Francia. En menos de 48 horas ocupé los Países Bajos y Bélgica,
sorprendiendo al Estado Galo porque había concentrado todas sus tropas en la frontera
con Alemania y nosotros atacamos desde Bélgica, sorprendiéndolo por la espalda.
Uno de mis
principales aliados lo tenía en España, el General
Francisco Franco, aunque le insistía mucho para que entrase a luchar
junto a
Alemania, él prefería mantenerse al margen por lo que consideré a España como un Estado beligerante, es decir, un estado al que no ataco pero que recibo su ayudo cuando lo necesito. Por otra parte, Mussolini, el líder italiano, cuando vio mi enorme éxito, y convencido de la derrota francesa decidió unirse a mí convirtiéndose en mi aliado.
Alemania, él prefería mantenerse al margen por lo que consideré a España como un Estado beligerante, es decir, un estado al que no ataco pero que recibo su ayudo cuando lo necesito. Por otra parte, Mussolini, el líder italiano, cuando vio mi enorme éxito, y convencido de la derrota francesa decidió unirse a mí convirtiéndose en mi aliado.
El 14 de Junio
de1940 conquisto Paris, entrando
por Normandía, en la zona norte de Francia, lo que los franceses llamaron el desembarco de Normandía, aunque
poco después el nuevo jefe de Gobierno Francés el mariscal Petain, me solicitó un armistiquio que firmé el 22 de Junio.
Francia quedó dividida en dos: la zona norte bajo mi dominio directo y la zona
sur que seguía controlando Petain, cuya capital era Vichy, que colaboraba
conmigo. Por eso se conoce como la Francia de Vichy.
Desde Londres me
llegaban rumores de que un general llamado Charles
De Gaulle estaba instando a los franceses a que se revelaran contra mí,
pidiendo una Francia libre.
Una vez conquistada
Francia, lo único que me preocupaba era Gran Bretaña, decidí entonces iniciar
la Batalla de Inglaterra,
ocupando por mar la isla, enviando primero un ataque aéreo, en agosto, sobre
objetivos militares y núcleos urbanos, la Luftwaffe.
Para mi desgracia EE.UU decidió ayudar a Gran Bretaña y fue la primera vez que
alguien consiguió frenarme y tuve que renunciar a la invasión.
Esto no me detuvo y
rápidamente abrí otro frente en el Norte de África. Las tropas Italianas de
Mussolini atacaron Egipto, que en ese entonces era un protectorado Británico,
pero fracasaron, lo que facilitó la intervención del recién creado Áfrika Corps, una importante
fuerza militar que combatió contra las tropas británicas, dirigido por el
mariscal Rommel y finalmente
logramos vencer a los ingleses en la guerra del desierto.
En el verano de 1940
inicié la campaña contra la URSS y transformé Hungría, Rumanía, Eslovaquia y
Bulgaria en Estados satélites. Lo tenía todo casi ganado pues el gobierno de
Belgrado iba a aliarse conmigo en un pacto tripartito, pero se produjo una
revuelta en esta ciudad que depuso al gobierno y entonces yo muy furioso
bombardeé la ciudad días después, desapareciendo Yugoslavia como Estado,
atacando desde allí Grecia y Creta, que cayeron sin resistencia. Para continuar
la campaña ofensiva contra Rusia construí lo que llamé la Guarida del Lobo, un gran cuartel militar con cincuenta búnkeres y treinta edificios
camuflados, y había preparado toda esta zona para que no me pudieran descubrir
ni atacar.
Quería destruir el
régimen Bolchevique, someter a los pueblos eslavos y explotar las riquezas de
la URSS. Dirigí el ataque en tres direcciones: Leningrado al norte, Moscú en el
centro y Ucrania al sur. Conquistar Leningrado
me costó más de lo que pensaba, pues aguató tres años sitiada por mis tropas.
Mi avance hacia el sur fue frenado en la Batalla
de Stalingrado, en la cual, tuvimos que rendirnos y desde aquí las
cosas empezaron a ir peor.
Empecé entonces la
guerra en el Pacífico. Japón se estaba expandiendo sobre China y las colonias
europeas Asiáticas y, sin previo aviso bombardeé la base estadounidense de Pearl Harbour, en Hawai. Roosevelt, presidente de EE.UU
me declaró la guerra además de a Japón e Italia, mundializando así el
conflicto.
Una cosa que verdaderamente
me interesaba era firmar el Komintern
y que consistía en que todos los partidos comunistas firmasen una constitución
con el propósito de dirigir una revolución mundial.
Durante mi carrera
política ideé muchos planes, pero este que en principio pensaba que saldría
bien, no salió; era la Conferencia de
Múnich, entre Inglaterra,
Italia, Francia y Alemania, dije que la reunión se producía para tratar el
problema checoslovaco pero al final descubrieron mi plan, que era la guerra, a
pesar de todo, mi gran amigo Mussolini intentó persuadirme y hacerme ver que lo
mejor sería firmar la paz pero yo, tan rudo como siempre, no le hice caso.
Alguien que no me
causa buena impresión y con el que no tengo buena amistad es Thomas Mann. Este
hombre, para aquellos que no lo conocen, es un escritor alemán, considerado uno
de los escritores más importantes de Europa y opuesto al nazismo, lo cual no me
hacía nada de gracia. Al igual que el
papa Pío XII que
estaba en contra también del nazismo y el cuál me comparaba con el diablo, y
que perdía el tiempo hablando del Santo
Grial y Jesucristo.
En 1945 se produce
la Conferencia de Yalta , que
consistía en una reunión entre: Stalin, Churchil, y Rooseelt, comenzando lo que
después se llamó La Guerra Fría.
Algo que nos
caracterizó fue nuestro armamento, el cuál era muy avanzado, uno de ellos era
el cohete V2 que
lo utilizamos contra Gran Bretaña y Bélgica. Otro medio aéreo, no de guerra,
son los llamados zepelines los
cuales servían para ir de un lugar a otro.
No quería terminar
este extenso resumen de mi vida sin antes nombrar a mi gran perro Blondi, el cual aprecio tanto.
También quiero nombrar a mi esposa Eva
Brown a la que quiero muchísimo. Quería darle las gracias también a la
familia Goebbels, la cual me
ha apoyado mucho y me ha hecho tan fuerte.
Antes de morir, lo
que me gustaría es ver de nuevo los Sudetes,
aunque francamente no creo que pueda.
Por último quiero
decir que no me arrepiento de nada de lo que he hecho, porque lo que hice, lo hice por mi país, por mi
Alemania.
El que encuentre
este diario, lo lea y se ponga en mi situación y tenga mis ideales lo
entenderá.
Un saludo y hasta
siempre Adolf Hitler.