viernes, 28 de octubre de 2011

"Al final se ha hecho justicia con 20 trabajadores de Valle Gran Rey"
San Sebastián de La Gomera, EFE "Al final se ha hecho justicia con 20 trabajadores de Valle Gran Rey", dijo hoy el secretario de Comisiones Obreras (CCOO) en La Gomera, José Ignacio Algueró, quien destacó que, tras cinco años de lucha, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) abonará un total en conjunto de 235.000 euros de indemnización por despido improcedente, el 65 por ciento de lo estipulado.
Los hechos se remontan a abril de 2006, cuando Construcciones y Promociones Charco Canarias pretendió que 22 de sus trabajadores firmaran una subrogación a otra empresa, explicó Pedro Dorta Santos, uno de los afectados.
Al darse cuenta de que el trámite no era legal, los trabajadores se pusieron en contacto con Comisiones Obreras, que les confirmó que estaban ante un engaño.
José Ignacio Algueró recuerda que el empresario amenazó a los trabajadores con el despido si no firmaban la subrogación o la baja voluntaria y más tarde como alternativa la carta de despido.
Finalmente, el despido se produjo, por lo que los trabajadores presentaron demanda ante la justicia, que les ha dado la razón, aunque dos de ellos llegaron a un acuerdo con la empresa y la retiraron.
A juicio del secretario de comisiones obreras, se trata de la demanda jurídica más importante de las realizadas en La Gomera en los últimos 16 años, tanto por el número de trabajadores afectados como por su cuantía.
Asegura que el empresario ante los problemas económicos por los que pasaba había tejido una estrategia para ahorrarse los "muchos miles de euros" que tendría que pagar a los trabajadores en caso de despido.
Para ello, pretendía subrogar los trabajadores a otra empresa con un contrato temporal, lo que equivalía a renunciar a una antigüedad que en muchos casos superaba los 10 años.
Destaca que muchos de ellos, a causa de su avanzada edad, no volvieron a encontrar otro trabajo en la construcción y uno falleció hace poco más de un año sin poder ver satisfecha su demanda.
A pesar de la sentencia favorable, dice, los trabajadores habían perdido la esperanza de cobrar, porque el empresario "montó una estrategia planeada de forma calculada para burlar los embargos".
"Han sido muchos años de lucha, pero al final se demuestra una vez más que vivimos en un estado de derecho, que la justicia es lenta pero que acaba poniendo a cada uno en su sitio", señala Algueró, quien subraya que el empresario tendrá que responder judicialmente de todas sus "tropelías", mientras que los trabajadores finalmente han cobrado.

COMENTARIO
En este artículo se trata un caso de vulneración de los derechos de los trabajadores.
En esta empresa de la Gomera un empresario que estaba pasando por problemas económicos y quiere despedir a 22 de sus trabajadores ahorrándose la indemnización correspondiente por despido improcedente, busca una empresa inferior para hacerles un contrato temporal a los trabajadores. Estos se dan cuenta de que esto es un fraude y denuncian al empresario, el cual los amenazó con el despido sino firmaban el contrato con la nueva empresa o la baja voluntaria. Finalmente después de muchos años la justicia dio la razón a los trabajadores.
Cómo hace casi 300 años aún seguimos viendo injusticias en el ámbito laboral. Por desgracia se observa que los empresarios se creen que tienen el control de todo y entre ellos el de los trabajadores, chantajeándolos como en este caso. Gracias a que los trabajadores fueron astutos y lo denunciaron  y la justicia hace bien condenándolo o haciéndole pagar una multa cuantiosa.
En mi opinión la justicia lo ha sabido resolver bien pero ha tardado mucho tiempo en actuar, es decir, su respuesta ha tardado mucho tiempo en darse. Así los propios trabajadores de la empresa sorprendidos por haber cobrado una indemnización que pensaban que nunca iban a cobrar debido al paso de los años.

jueves, 27 de octubre de 2011

Diálogo

DIÁLOGO DE HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO.
Charlot un día sentado en la taberna, después de una jornada muy dura se encontró con dos personas.
Uno de ellos fue Karl un socialista marxista que cuando llega a la taberna se sienta en la  barra y al lado de un obrero que parecía muy cansado entonces  pide lo de siempre un whisky doble. Más tarde entra otro hombre  llamado Bak a la taberna y se sienta en la barra un poco más alejado de ellos con la intención de beber algo.
ALE: Hola
BRYAN: Hola
ALE: ¿Qué tal?
BRYAN: Pues no del todo bien
ALE: No, ya te he oído que andas lamentándote por el trabajo
BRYAN: así no se puede vivir ¡Estoy harto de todo!, si no fuese porque tengo que mantener una familia yo no sé donde estaría.
ALE: Bueno, comprendo tu situación y creo que se cómo puedo ayudarte
BRYAN: ¿Cómo?
ALE: Cómo ya sabes soy un dirigente socialista que me baso en unos principios y te puedo ayudar
BRYAN: No entiendo
ALE: Mira Charlot es muy sencillo, hemos creado una corriente llamada Marxismo y lo que queremos conseguir es que el Estado tenga una gran influencia en la economía para conseguir  que se acabe con las desigualdades sociales y que toda la población tenga una mínima calidad de vida
BRYAN: Si consigues que mi calidad de vida sea aunque un poco mejor te apoyaré en todo lo que sea necesario
ALE: Lo que queremos conseguir con todo esto es que los medios de producción que en un principio eran privados se conviertan en públicos  y que nadie tenga el monopolio del poder.
MAURO: ¡Hola!  Buenas tardes, no he podido evitar  escuchar la conversación y no estoy nada de acuerdo con lo que está diciendo este hombre.
ALE: ¿Perdone? Que no está de acuerdo con lo que estoy diciendo, pues  será el único que quiere que le diga.
MAURO: Pues está usted muy equivocado...
ALE: Bueno y si se puede saber a qué se mete usted en nuestra conversación.
MAURO: lo que vengo a proponer a este obrero, no a usted, ya que veo que no estamos de acuerdo en nada es que yo vengo para que se una a mis ideas y es que es que el estado no debe de intervenir en la economía  porque no se tendrían en cuenta las necesidades humanas.
BRYAN: No entiendo mucho del tema, pero pienso que ni el estado debería tener  todo el poder ni tiene que haber un sistema de mercado único. La mejor solución sería un punto intermedio entre vuestros pensamientos.
ALE: Charlot, hoy en día tienes una vida pésima y todo está en manos de los privilegiados así que únete a mí es la mejor solución.
BRYAN: La verdad que es una buena opción la de unirme a ti
MAURO: Charlot el estado no va a tener en cuenta lo que tu necesites así que no hagas caso a Karl.
BRYAN: Bueno ahora estoy un poco confundido así que mañana quedamos aquí y les daré una respuesta ¡Adiós señores!

Entonces Charlot se marcha a su casa pensativo… no teniendo una opción clara. Al día siguiente se vuelven a reencontrar en el mismo sitio.

BRYAN: Bueno señores yo no me decanto por ninguna de las dos porque pienso que ninguno va a satisfacer mis necesidades por completo, lo siento pero gracias por haberme informado.
ALE: Bueno Charlot ha sido un placer haber hablado contigo cualquier cosa me buscas y hablamos ¡Adiós!.
Mauro: Adiós, me pensaba que eras una persona más sensata pero ya veo que no lo eres.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Carta de Charlot a Maggie

Querida Maggie:

¿Cómo estás? ¿Cómo han ido las cosas desde la última vez que me escribiste? ¿Cómo va la cosecha esta temporada? ¿Hay suficiente comida para alimentar a la familia? Espero que todo vaya bien. Los echo mucho de menos, me encantaría estar ahí con vosotros.
Aquí en la ciudad me siento muy solo; no tengo apenas tiempo de poder conocer a gente de la ciudad porque he conseguido un trabajo en una fábrica cercana donde estoy viviendo ahora. Cuando llegué a la ciudad busqué un sitio donde poder quedarme a vivir y en un bar conocí a unos obreros que me aconsejaron una zona muy pobre pero que era un sitio de los mejores que podía encontrar porque la gente que habitaba en ese lugar era muy acogedora. Sin embargo las condiciones en las que viven los trabajadores son muy malas: las habitaciones son my pequeñas, están muy sucias, las paredes se están cayendo y apenas tienen suficiente dinero para subsistir.
Tengo un buen amigo llamado James que me ha conseguido un trabajo en una industria, el cual me  ha advertido que las condiciones de trabajo en esta fábrica son muy duras, bastante peores que las de los jornaleros del campo. Él y gran parte de su familia han emigrado a la ciudad como yo y me han comentado que esto se llama éxodo rural.
En lo que consiste mi trabajo es en atornillar una placa que forma parte de uno de los mecanismos del automóvil, un nuevo invento al alcance de muy pocos. En esta ciudad los que tienen el dinero son los burgueses, personas ricas que tienen el control de toda la ciudad porque son los dueños de gran parte de las industrias de textil y metalurgia.
El que manda en la fábrica, es decir, nuestro jefe, no tiene corazón; está continuamente explotándonos por muy poco dinero, apenas nos deja tiempo para descansar y comer, y además trabajamos en penumbra, es decir,  la luz es escasa a pesar de los avances tecnológicos que han permitido que en la mayoría de los sitios haya electricidad (menos en las zonas donde vivimos los obreros).Los capataces siempre nos están  haciendo aumentar el ritmo de trabajo, para poder sacar una mayor productividad y así conseguir el máximo dinero posible, lo que llaman aquí en  Inglaterra el sistema capitalista.




La verdad  es que no me gusta nada este  trabajo porque todo el día estoy haciendo lo mismo y cada vez con una mayor exigencia y siendo explotado constantemente. Al parecer este sistema de organización de trabajo tan horrible e injusto  se llama Taylorismo ¡A quién se le habrá ocurrido inventar esto!
Me he tenido que acostumbrar a trabajar con máquinas muy distintas a las que solía usar en el  campo cuando recogíamos legumbres y nos preocupábamos por la rotación de cultivos, pero el  colmo ha sido que al jefe le han traído una máquina la semana pasado  hecha para los trabajadores para que comiéramos más rápido mientras trabajábamos ¡La jornada laboral era de 15 horas como mínimo! Algo agotador. Me está afectando a mi salud. Por la noche,  las pocas horas que tengo para dormir, no descanso bien debido al agotamiento  que me produce unas pesadillas terribles  y en las cuales lo paso muy mal porque me despierto muy agitado. Hace unos días perdí los papeles en mi trabajo debido al estrés que ocasiona mi función en la fábrica. No solo esto me pasa a mí sino  también a muchos de mis compañeros. Por esto muchos obreros se están agrupando de forma clandestina sin que los jefes se enteren para intentar crear una asociación, que quieren llamar sindicato, para intentar buscar una solución a nuestros problemas y conseguir unos derechos para los trabajadores que los empresarios respeten.
En mi opinión Maggie, estos hombres son muy valientes al intentar luchar por sus beneficios y por los de todos los demás. Últimamente, se han estado celebrando revueltas y huelgas prohibidas por los obreros y  me han contado que en algunos lugares han aparecido nuevas corrientes  a las que llaman socialismo y anarquismo. Sin ir más lejos, el lunes saliendo del trabajo me encontré con una manifestación y me vi involucrado.  Para mi desgracia, justo en ese momento apareció la policía y empezó a golpear a los manifestantes, me confundieron con el cabecilla de la manifestación y por ello me llevaron preso a la cárcel de Postergam donde había gente de muy mala imagen, lo que me hizo ponerme nervioso e incluso  temer por  mi vida.
¡La verdad Maggie que suerte que tengo! Espero que las cosas vayan mejorando poco a poco. Por mi parte estoy intentando gastar el menor dinero posible para poder enviártelo cuanto antes y así que podamos tener los dos unas mejores condiciones de vida, y sobre todo que dentro de poco tiempo podamos estar juntos de nuevo.
Esperaré con ansia tu carta, cuídate mucho, te quiere
Charlot.